jueves, 26 de marzo de 2009

Estrellas fugaces..

A veces, la órbita de la Tierra cruza la órbita de un cometa, que dejó a su paso incontables partículas de polvo que se desprendieron de su cola..y entonces, atraviesan nuestra atmósfera, se prenden y esos meteroros se antojan a nuestros ojos como pequeñas estrellas que cruzan el cielo un instante, dándonos el tiempo suficiente para cerrar los ojos y pedir un deseo..



¿Cuántos deseos pediste en una lluvia de estrellas?
Las perseidas, las oriónidas, las leónidas...toman su nombre de la constelación de la que parecen surgir, su radiante..pero en una parte secreta de mi, siempre serán polvo de cometa transformado en sueños

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que cuantos deseos pedí?, uno, el mismo, siempre el mismo. Lo pedí una y otra vez, sin descanso, sin final. Durante tanto tiempo, que al final ya no. Ya no recordaba cual era mi deseo. Pero eso no era lo importante, lo verdaderamente importante era tener un deseo, ese deseo, el deseo de recordarlo...¿y si se cumplia?, ¿los deseos se cumplen?

Rocio F. dijo...

Igual los deseos simplemente se transforman..no sé si se cumplen,pero que sería de nosotros sino fuéramos capaces de desear y seguir deseando? Y al final, talcomo dices,siemprenos quedará el deseo de recordar todo lo que alguna vez deseamos..

Anónimo dijo...

Mmmm...si....al final, siempre nos quedará el deseo de recordar lo que alguna vez deseamos...
Los deseos se cumplen cuando todo depende de nosotros, no podemos involucrar a nadie más, cada quien con sus deseos.